El séptimo día de su paso por Gran Canaria la Cruz de Lampedusa no ha descansado.Ni las fechas navideñas, ni el consumismo desaforado, ni el pesimismo de los intelectuales... Nada ha derrotado al pueblo conmovido por el encuentro entre el dolor y la esperanza de los migrantes y de toda persona de buena voluntad... que se sintetiza en éste hermoso símbolo: la Cruz de Lampedusa, la cruz de las víctimas, de los misericordiosos, de los compasivos, de los solidarios, de los luchadores, de los que no se creen mejores que los demás, de los que quieren meter el hombro, de lo que no quieren ahogarse en el pozo de su propio ombligo.
El pueblo tiene fe, los sin nombre tienen esperanza, los nadie tienen caridad. El séptimo día se les ha robado el descanso y ellos lo han ofrecido con una sonrisa.
Ayer martes por la noche la Cruz llegó a Ingenio, donde ha pasado todo el día en la Candelaria.
Caída la tarde ha salido hacia Arinaga donde se ha celebrado una concurrida Eucaristía.
