martes, 10 de marzo de 2015

Los bancos inician 60 ejecuciones hipotecarias semanales en Tenerife

 M. Á. MONTERO
Aunque la crisis económica ya va quedando atrás, miles de familias del Archipiélago aún sufren sus consecuencias. Una de estas consecuencias, de las más dramáticas, es la pérdida de la vivienda por la imposibilidad de seguir pagando el préstamo hipotecario. El año pasado, los bancos iniciaron en la provincia de Santa Cruz de Tenerife casi 3.100 ejecuciones hipotecarias, esto es, alrededor de 60 semanales, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La ejecución hipotecaria es un procedimiento que los bancos pueden poner en práctica desde el momento en que el cliente acumule tres mensualidades sin abonar. Este procedimiento, que se abre cuando la entidad presenta la demanda en el juzgado correspondiente, es el principio de los procesos de desahucio, aunque hay que puntualizar que no todas las ejecuciones hipotecarias que se inician acaban en lanzamientos, ya sea porque banco y deudor llegan a un acuerdo o porque este último consigue finalmente satisfacer la deuda. En cualquier caso, la estadística de ejecuciones hipotecarias del INE es un certero «termómetro» para medir la magnitud de la lacra social de los desahucios.
Lo primero que llama la atención es que la mejora de las magnitudes macroeconómicas, en general, no tiene correspondencia con el triste fenómeno de los lanzamientos, cuando menos de momento. El Consejo General del Poder Judicial calculó las ejecuciones hipotecarias que se iniciaron en 2013 en, exactamente, 3.653. Ahora, el INE acaba de publicar su primera estadística al respecto sobre la base de los datos de los registradores de la propiedad, y las conclusiones son, desde la perspectiva social, desalentadoras: los juzgados de las Islas recibieron el año pasado 5.047 solicitudes de este tipo, 1.394 más que en 2013. De esos 5.047 procedimientos, la banca inició 3.099 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y «solo» 1.948 en la de Las Palmas. En el caso de la demarcación occidental, ello significa que se pusieron en práctica cerca de 60 ejecuciones hipotecarias a la semana.