jueves, 9 de enero de 2014

El Jinámar bajo llave y en ruinas

Hasta siete infraestructuras públicas de Jinámar están hoy infrautilizadas. Ahí están si no el futuro Museo del Agua en La Noria, la tantas veces asaltada Casa de la Condesa, el tanatorio, el pabellón deportivo Juan Carlos Hernández, el centro de menores, el de mayores y la escuela infantil de Jinámar, sin uso desde que Telde cerrara el servicio.
Sin incluir en esta lista de la desidia a los colegios y al centro de salud (sería el colmo si tampoco estuvieran operativos), las únicas infraestructuras públicas que siguen al pie del cañón casi dan miedo. Los vecinos se quejan del mal estado de las canchas deportivas y del campo de fútbol Pedro Miranda, los edificios asociados al mercadillo han sido desmantelados por piezas y la Gerencia de Jinámar, algo así como el centro cívico, se cae literalmente a cachos y sus instalaciones tienen un aire lúgubre. Se le ven las entrañas a paredes y vigas. Son el vivo sino de un barrio que los políticos usan como un mantra en sus discursos, pero al que luego parecen abandonar a su suerte.