La empresa prevé una inversión de 60 millones de euros en las Islas y la creación directa de 80 puestos de trabajo de alta cualificación, además de los empleos que generará en el sector de la construcción el spaceport en Gando.
La compañía aerospacial suiza está negociando con Binter Canarias el mantenimiento del avión Airbus A-300 que, en una primera fase del proyecto de S3, se dedicará a finales del próximo año a realizar vuelos parabólicos donde experimentar la gravedad cero, sin salir al espacio. El precio de estos viajes para turistas rondará los 3.000 euros. También se encuentra en contactos con el turoperador Tui para que comercialice dichos viajes, que ya se realizan en otros lugares del mundo.
Una segunda fase del proyecto consistirá en poner en órbita al rededor de la tierra a minisatélites de 250 kilogramos de peso en el año 2018; en tercer lugar, en 2020 hará vuelos espaciales de ocio con un avión suborbital reutilizable (SOAR), impulsado por cohetes, y más adelante, utilizando esta misma tecnología, se propone comercializar los vuelos supersónicos intercontinentales.
El director de la sede en España de S3, Augusto Caramagno, explicó que prevé usar dos aviones Airbus, uno que se modificará en su interior para que los pasajeros puedan experimentar la ingravidez al realizar un vuelo parabólico, y otro rectificado en su techo donde se ubicará la pequeña nave SOAR, que será la que en 2018 transporte los minisatélites al espacio y la que realice los vuelos suborbitales para turistas en 2020.
Para ello, a 10 kilómetros de altura se separará del Airbus, que volverá a las instalaciones del aeropuerto grancanario, y subirá casi en vertical a 100 kilómetros de distancia de la tierra - sin entrar en órbita -, desde donde los turistas espaciales podrán contemplar el planeta azul y experimentar la ingravidez. Esta aeronave volverá planeando y aterrizará en la instalaciones aeroportuarias. Tendrá una capacidad para seis personas y dos pilotos.
Caramagno expuso que el desarrollo completo del proyecto asciende a 200 millones de euros. El SOAR se está construyendo en Suiza. Los 60 millones previstos para Gran Canaria serán para la ejecución del spaceport y el desarrollo de diversa ingeniería en colaboración con empresas españolas.
El presidente ejecutivo de S3, Pascal Jaussi, explicó ayer en el acto de presentación del proyecto, al que acudió el ministro de Industria José Manuel Soria y el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, que su empresa pretende "democratizar los vuelos suborbitales bajando el coste para que más gente pueda ir al espacio". Otra compañía, la Virgin Galactic, empezará a operar en Nuevo México, en EEUU, el próximo año y ya tiene una lista de espera de más de 500 personas a pesar de que estos vuelos cuestan 150.000 euros.
Jaussi afirmó que el objetivo de S3 es utilizar "el máximo posible de recursos de la Isla", tanto en materiales como en el personal que operará en las instalaciones. En este contexto, anunció que va a haber colaboración entre S3 con las universidades canarias y entre éstas con otros centros universitarios del mundo que ya cooperan con la empresa suiza, que además cuenta para desarrollar la tecnología del SOAR con socios españoles aeroespaciales.
Por su parte, Caramagano aseveró que la elección de Gran Canaria se debe a que las Islas están ubicadas al oeste del contiene africano y de Europa, lo que permite tener un acceso privilegiado en el cordón del Atlántico para el lanzamiento de minisatélites, sin zonas pobladas debajo. La empresa suiza decidió establecer su sede en España y, en concreto, en Gran Canaria, después de estudiar otros aeropuertos españoles y europeos. De otro lado, S3 ha solicitado la radicación en la Zona Especial Canaria (ZEC) para beneficiarse de sus bonificaciones fiscales.
