sábado, 1 de junio de 2013

Los políticos cristianos siguen más la ley que el Evangelio

"Los buenos políticos cristianos deben obedecer más a los pobres que al dinero y a las leyes. El corazón hay que ponerlo en Cristo, en el hermano, en la entrega, en la misericordia y en la solidaridad". Así se expresó el predicador de la festividad de San Fernando, el párroco de Arguineguín, Ambrosio Sebastián Abeso, logrando que los feligreses se sintieran identificados con sus palabras y le aplaudieran al final de la homilía.
Ante una docena de sacerdotes y otros tantos políticos de San Bartolomé de Tirajana, el cura de Arguineguín aprovechó la pregunta del joven rico a Jesús sobre qué tenía que hacer para ser feliz para invitar a todos "a ser más fieles a Cristo que a las leyes". "Si quieres ser feliz vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y después sígueme", le dijo Jesús al joven, quien se marchó triste porque tenía mucho que perder, según se recoge en el capítulo 10 del evangelio de Marcos.
"Los políticos cristianos siguen más la ley que el Evangelio, porque muchas veces no están donde se juega el futuro de la gente. No preguntarse solo si una cosa es legal o no es legal, sino que tendrían que mirar también los políticos si una decisión conviene a su gente pobre o no conviene a la gente pobre. ¿Es moral o no es moral?", manifestó el predicador, llamando a todos "a hacer una mirada al Evangelio".
"En la política los cristianos tienen que oler a Dios y no tener miedo", insistió el cura guineano Ambrosio Sebastián, quien se refirió a su experiencia de recibir de Dios mucho más de lo que le ha entregado. "Ha sido una homilía fuerte, aunque dentro del evangelio", apuntó el párroco de Doctoral, Antonio Berriel. "La llamada a ser valientes y obedecer más a los pobres que a las leyes no solo la hizo a los políticos, sino a todos los cristianos incluidos los curas", comentó.
La predicación llegó a conmover a los feligreses, quienes, al sentirse identificados, le aplaudieron al final de la homilía. "Los políticos deben servir más a los pobres y no ser tan avariciosos", dijo Juana Araña. De la misma opinión fueron sus amigas María del Carmen Morales y Pino Medina. "La homilía ha estado muy bien porque el cura negro fue claro", insistieron mientras esperaban el inicio del asadero.