martes, 19 de febrero de 2008

JOSÉ LUIS RIVERO: “EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN NO DEBE ALARMARNOS; EL CAPITAL HUMANO ES ESENCIAL”

José Luis Rivero, ex presidente del Consejo Económico y Social, afirma que Canarias no tiene problemas de exceso de población y que la inmigración supone una ventaja y su incremento ha acompañado el de la riqueza y la renta.

FRANCISCO POMARES - SANTA CRUZ DE TENERIFE. - El Gobierno le ha pedido que elaborara un informe sobre Población e Inmigración.- Sí. Ese informe ya esta elaborado y se divulgará a partir de esta semana, comenzando con su presentación ante el Foro de la Emigración, y luego las universidades, y naturalmente se solicitará también la opinión de las patronales y sindicatos. - Durante su mandato en el CES discrepó usted de quienes mantenían posiciones radicales en materia de población e inmigración…- Yo siempre me he opuesto a cualquier proyecto de Ley de Residencia, y a que se utilice la inmigración y el incremento de la población como un problema y no como lo que es y se reconoce en todos los países de la UE: una ventaja y un recurso de capital humano de gran importancia.- ¿Tiene hoy Canarias un problema de población?- No, no lo tiene. En Canarias se ha favorecido el incremento de la población y eso ha sido bueno. Aquí teníamos territorios con muy baja densidad de población como eran -y siguen siendo- Fuerteventura y en menor medida Lanzarote, y teníamos islas que perdían población como La Gomera, La Palma y El Hierro, y en las islas capitalinas zonas con muy baja densidad demográfica, como el sur de Gran Canaria y el de Tenerife. El incremento de población que se ha producido en Canarias se ha orientado fundamentalmente a esos lugares más despoblados, y ha logrado reequilibrar la población y la riqueza dentro de Canarias, porque lo uno va ligado con lo otro. El crecimiento de la riqueza y de la renta en Canarias ha sido paralelo al del incremento del primer recurso básico de una sociedad: las personas, la población.- ¿Y cabemos todos?- Si no seguimos construyendo adosados, sí. Se trata de emplear modelos urbanísticos razonables. Pero lo que tenemos que hacer es gestionar bien el territorio, porque estamos consumiéndolo de forma incorrecta, con lo que gastamos más energía de la precisa, tenemos un transporte poco eficiente… pero la población no es el problema. El margen es razonable.- ¿Y entonces por qué los políticos nos asustan tanto con la población?- El crecimiento que se produce desde el 95 ha sorprendido a la gente, y también a los políticos, que son los que lo problematizan. La gente sólo tiene memoria propia de procesos de emigración canaria a otros lugares, pero no de inmigración de otros lugares hacia aquí, que también se ha producido a lo largo de la historia. Pero no hay motivos para la alarma: el capital humano es esencial en una sociedad y en la economía. - ¿Hay alguna lógica en la alarma creada en torno a la inmigración?- No, tampoco tiene demasiada lógica. También es producto de esa sorpresa a la que me refería antes. Cuando empezaron a llegar masivamente inmigrantes africanos por mar, nos sorprendió. Pero esas personas no vienen a quedarse aquí, lo que buscan es llegar al continente europeo. Y son desviadas hacia allí o repatriadas. Por tanto, alarma, poca.- ¿Y los menores?- Se trata de un caso especial. Cuando se transfirieron las competencias sobre menores no se conocía este fenómeno, y es muy posible que en el futuro haya que revisar las responsabilidades y compartirlas con el Estado. Pero no se trata de un problema grave. Al final lo significativo es que la inmigración es una enorme ventaja para los países receptores, se trata de una fuerza de trabajo joven, integrada por mayores de veinticinco y menores de cuarenta en casi todos los casos, una población que gasta poco en sanidad…- Lo dicen los datos, pero el discurso político insiste en el coste que los inmigrantes suponen para la Sanidad pública y el sistema educativo.- En lo del gasto escolar habría que tener en cuenta que los niños emigrantes han ocupado las plazas que han dejado vacantes las bajas fruto de la demografía local. Sí es cierto que dónde más se necesitan esas plazas es donde llegan las nuevas poblaciones, y eso exige adaptar servicios a la demanda educativa.